Día Mundial de La Alimentación

El 16 de octubre de cada año se celebra a nivel mundial el Día de la Alimentación, para que las personas tomemos conciencia del problema alimentario mundial, y así se fortalezca la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza. 

El hambre y la sub-nutrición son problemas que vienen afectando al mundo desde tiempos inmemoriales. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), está preocupada por que las personas de todo el mundo puedan acceder a alimentos en cantidad y calidad, y se ocupa de ello, investigando sobre el tema y fomentando a los estados a cumplir con este cometido.

Según el informe “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo”, publicado por la FAO a mediados de este año, se estima que en 2022 entre 691 y 783 millones de personas en el mundo padecieron hambre, 122 millones más que en 2019, antes de la pandemia mundial. También, se calcula que el año pasado, 148.1 millones de niños y niñas menores de cinco años sufrieron retraso del crecimiento por mala alimentación; 45 millones sufrían de emaciación (adelgazamiento mórbido), y 37 millones tenían sobrepeso. Es decir que en el 2022, el 22.3% de los niños del mundo no accedieron a una alimentación adecuada, lo que traerá consecuencias irreversibles en su crecimiento. 

La alimentación es un derecho básico e impostergable de los seres humanos, reconocido a partir de 1948, cuando se realizó la Declaración Universal de Derechos Humanos, y es por ello que desde la ONU se plantea como un objetivo fundamental dentro de lo que es la Agenda 2030, “poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora en la nutrición”. 

La Seguridad Alimentaria es un concepto que surge en los años 80, volviéndose muy importante a partir de la Declaración de Roma (1996), sobre la Seguridad Alimentaria Mundial. En esta declaración la FAO expresa que: ― Existe seguridad alimentaria cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos a fin de llevar una vida activa y sana.

Para analizar la seguridad alimentaria la FAO (2006), enumera cuatro dimensiones:

  • Disponibilidad: Concebida como la presencia de alimentos en cantidades suficientes y de calidad adecuada, aportadas por el país.
  • Acceso: Que las personas puedan acceder a los recursos necesarios para obtener alimentos apropiados, y así, a una alimentación nutritiva.
  • Utilización: El consumo de los alimentos (utilización biológica), en función de las necesidades de cada persona y las condiciones de higiene.
  • Estabilidad: Hace referencia a la disponibilidad en el tiempo (estacional e interanual), de los alimentos.

     

Es decir que hay seguridad alimentaria cuando: todas las personas, de manera permanente, pueden acceder física, económica y socialmente a los alimentos que necesitan para una vida sana.

¿Qué podemos hacer nosotros para fomentar la seguridad alimentaria?

A nivel personal y local sería importante promover la producción de alimentos, mediante huertas orgánicas caseras o barriales/escolares, para garantizar el acceso a alimentos seguros. Tener nuestra propia huerta puede sernos de gran ayuda, para tener alimentos variados, nutritivos y frescos todo el año.

Participar en ferias de alimentos, donde se da el intercambio entre productores y consumidores. Elegir alimentos cultivados por productores locales es una buena opción, no solo para nosotros comprar alimentos saludables, sino para ayudarlos a ellos a que puedan seguir produciendo, conservando sus tradiciones y valores.

Mejorar nuestra alimentación será en extremo beneficioso para nuestra calidad de vida y nuestra salud. 

Consumir más frutas y verduras ayudará a nuestro organismo a tener más vitalidad, ya que estas son ricas en: vitaminas, minerales, grasas saludables, proteínas, calcio, fibra, antioxidantes y fitonutrientes.

Sugerimos, en lo posible, elegir verduras y frutas de estación, ya que es más saludable, más ecológico y más económico: Es más saludable porque suelen estar en su momento óptimo de consumo, y al no pasar tanto tiempo almacenadas poseen un mejor sabor, aroma y color. Es más económico porque se cultivan cerca de nuestros hogares, por lo que no necesitan tantos intermediarios y largos recorridos de transportes, abaratando costos y bajando también las emisiones de carbono, lo que las hace más ecológicas; ya que tienen menos impacto ambiental, respetan los ciclos naturales de producción y utilizan menos energía para ser producidas.

Desde Asoprovida, consideramos que es muy importante conocer sobre esta problemática y hacer consciencia de la escasez de los alimentos, de la importancia de una buena alimentación y del no desperdicio de comida.

Por. Ing. Agr. Andrea Porporato 

Comparte este post:

2024 © Asoprovida – Asociación Protectora a la Vida - Todos los derechos reservados.